Las mamas son el signo de identidad, sexualidad, feminidad, sensualidad y autoestima de la mujer y desde todos los tiempos han representado en nosotras las zonas anatómicas más significativas en todas las clases sociales.
El cáncer de mama está afectando actualmente el 32% de la población femenina a nivel mundial, es la segunda causa de muerte en mujeres en estados unidos y en república dominicana 1 de cada 9 mujeres padece de este mal. Cada vez es más frecuente en pacientes jóvenes teniéndose que someter muchas veces a cirugías que nos quitan este gran parte de nuestra autoestima con el fin de salvar nuestras vidas.
Pero tenemos una alternativa para construir nuevamente los sueños y es la cirugía de reconstrucción mamaria, la cual se puede realizar de forma inmediata o un tiempo después de la mastectomía, la gran virtud de esta cirugía es que nos transforma por dentro para regalarnos el aumento de nuestro amor propio y cambiar la manera en que nos proyectamos ante el mundo.
Todas las mujeres mastectomizadas son candidatas a reconstrucción, no existen estudios que demuestren que la reconstrucción aumenta el riesgo de padecer cáncer, la reconstrucción no interfiere con los tratamientos coadyuvantes (quimioterapia, radioterapia), así que no hay porque tener miedo a dar este importante paso.
El fin de estas cirugías es recrear una mama de aspecto natural, eliminando la necesidad de llevar prótesis externas de relleno y así restaurar la imagen corporal mejorando la calidad de vida de la paciente.
Existen diferentes tipos de procedimientos para reconstruir la mama, hay que individualizar cada caso. Entre estos tenemos técnica de expansión cutánea, implantes mamarios, colgajos o tejidos propios.
Técnica de expansión cutánea: en esta se coloca un expansor de silicón con el fin distender la piel para luego colocar un implante de mama. Si la mama no mastectomizada es demasiado grande, demasiado pequeña o está muy caída, puede ser necesario reducirla, aumentarla o levantarla, a la vez que se reconstruye la otra o en un tiempo posterior, para conseguir un resultado simétrico. Las prótesis empleadas en este tipo de reconstrucción contienen silicona médica. No se ha demostrado ninguna relación entre el cáncer de mama y el empleo de prótesis mamarias.
Colgajos o tejidos propios: aquí se emplea su propio tejido el cual se moviliza de un área del cuerpo como abdomen, espalda entre otros para colocarlo en la mama. Según el tipo de colgajo puede ser preciso o no emplear, además, un implante.
La areola y pezón en cualquiera de los casos es reconstruida dando el toque mágico a esta nueva mama.
Para la mayoría de las mujeres con cáncer de mama, la reconstrucción de la misma mejora la imagen y autoestima, proporcionando una mayor estabilidad emocional, dándole una actitud positiva ante la enfermedad pudiendo así llevar una vida social y sexual más activa. Mujer sabes que tienes esta alternativa para reconstruir tus sueños, no tengas miedo.